Jorge Orlando Melo comenta hoy en El Tiempo sobre la protección a la libertad de prensa en la constitución del 91:
"La Constitución es clara: aun si se ponen en peligro el orden, la estabilidad económica o la honra de las personas, no se podrá usar la censura."
Aquí explica cual debe ser la actitud correcta frente a la posibilidad de calumnia:
"Así, pues, nuestra Constitución es clara: nadie puede prohibir publicar nada, en ningún caso. Cualquier prohibición o condición es una forma de censura y viola la constitución. Pero como los periodistas no son santos, y pueden atentar contra otros derechos, individuales o sociales, las leyes podrán castigarlos a posteriori. Es como si en vez de decir: para que las personas no roben a otros se les atarán las manos, hubiera dicho: el que robe a otro será sancionado."
Al final, cita apartes de Alicia en el Pais de las Maravillas que parecen escritos por alguno de nuestro "estadistas":
"En Alicia en el país de las maravillas, un huevo huero y presuntuoso, Humpty Dumpty, le contesta a Alicia, que protesta porque él usa los términos con un significado que no tienen: "Cuando yo uso una palabra -insistió Humpty Dumpty, con un tono de voz más bien desdeñoso- quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.
"La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes".
"La cuestión -zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda..., eso es todo".
"La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes".
"La cuestión -zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda..., eso es todo".
Esta ultima parte me recordó una frase de Confucio: "Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad"