Sunday, June 03, 2007

La tragedia de la izquierda

Indignación. E ira. Esos fueron los sentimientos que tuve al leer la ultima columna del uber-mamertum Alfredo Molano en El Espectador. Desde hace varios meses dejé de leer a este señor porque se vuelve predecible la sarta de mentiras y medias verdades con que llena su columna.
Sin embago, estaba navegando en la página web de opinión de El Espectador y vi que el titulo de su columna hablaba de las marchas en Venezuela. Ingenuamente, dado que hasta el PDA condenó la no renovación de la concesión a RCTV, pensé que tal vez había escrito contra esa decisión de Chavez. Vana ilusión. Esto fue lo que escribió Molano:

"El gobierno de Chávez decidió cancelar la concesión al canal RCTV haciendo uso legítimo de la potestad que tienen todos los Estados sobre el espectro radioeléctrico, un bien de naturaleza pública. La concesión a RCTV fue dada en 1953 a la familia Phelps. Hace 20 años, el gobierno de Lusinchi (84-89) advirtió a la empresa que la concesión podría ser cancelada a partir de 2007. Los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y de Luis Herrera Campins sancionaron varias veces el canal por sensacionalista, tendencioso, pornográfico. No es un secreto que animó el golpe militar contra Chávez en febrero de 2001. La cancelación de la concesión fue tomada en derecho y se ajusta a la ley, y los tribunales han convalidado la decisión. Sin embargo, RCTV seguirá emitiendo por cable. El gobierno bolivariano convertirá en un canal público lo que hasta la fecha fue un canal privado que, sin derecho, la empresa adjudicataria consideraba un patrimonio familiar. En Venezuela, el 78% del espacio televisivo es privado y el 22%, público. Hay jurisprudencia: durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, la Cadena Venezolana de Televisión (CVTV) pasó a manos del Estado y fue eliminada la publicidad comercial. La medida sobre RCTV no me parece atrabiliaria: el gobierno venezolano está en su derecho. Tampoco me parece que sea, por ahora, una violación a la libertad de expresión. En mi opinión, la televisión pública es mucho más pluralista que la privada, sometida a la pauta y a la rentabilidad, y al criterio político de la empresa concesionaria. La televisión y la radio públicas pueden ser menos tendenciosas y tener mayor calidad que las privadas. Ejemplos vivos: BBC de Londres y TV Española. Habrá que esperar a ver la asignación de espacios y la parrilla de Fundación Televisora Venezolana Social (Teves), el nuevo canal público que sustituye a RCTV.


Soy un radical defensor de la libertad de expresión. He vivido la censura, el ninguneo, el exilio a causa de mis opiniones. He viajado por Venezuela desde hace 20 años y no veo, hoy por hoy, ninguna mordaza, excepción hecha con la sindicación de tiranicidio a Globovisión por transmitir una serie basada en La Fiesta del Chivo del ultraderechista Vargas Llosa. De resto, los noticieros y los programas de opinión de la oposición son venenosos y violentos contra el gobierno y no han sido reprimidos. RCTV, siendo golpista, nunca fue sancionada. El escándalo que se ha hecho en Colombia tiene que ver más con la identificación, muchas veces malévola, entre libertad de expresión y libertad de mercado. No hay duda de que Chávez se orienta hacia la estatización de muchas empresas y sectores económicos, pero tampoco cabe duda de que esta política ha sido ganada limpiamente en las urnas y refrendada varias veces."

Hay varias puntos a comentar en lo que dice Molano:

1. Casi nadie ha dicho que la decisión de Chavez sea ilegal aunque Granier dice que una ley del 2002 ya le había extendido la concesión. El punto no es ese. Todo el mundo sabe que el Estado es el dueño del espectro eletrómagnetico y legalmente tiene la potestad de no renovar una concesión de una parte de ese espectro( una idea a la que se oponen los liberales, pero ese es otro tema). El punto es que todo el mundo sabe que esto fue un acto político orientado a suprimir un medio opositor con mucha audiencia y a amedrentar a los demás medios opositores para que se vuelvan gobiernistas o simplemente se dediquen a entretener pero no a asumir una posición crítica contra el gobierno venezolano.

2. Molano utiliza varios sofismas:

- Mostrar que gobiernos anteriores, no chavistas, pero tambien autoritarios, como los de Lusinchi y Carlos Andres Perez, amenazaron a la misma RCTV o estatizaron otros medios. Como si el hecho de que un acto realizado por gobiernos no chavistas, le diera patente de corso a Chavez para realizar actos reprobables.
-Intentar mostrar la no renovación de RCTV como una cuestión técnica o administrativa debido a que el canal era "sensacionalista y pornográfico".
-Intentar mostrar que Chavez simplemente quiere que exista mas televisión pública porque el mercado tampoco puede ofrecer televisión con el mismo nivel de calidad que los canales estatales. Es decir, lo de RCTV fue un acto contra la libertad económica(ya de por sí reprochable) pero no contra la libre expresión.

La pregunta es: porqué Molano ignora las intenciones totalitarias del Chavismo, que incluso han sido hechas explícitas por el mismo Chavez y sus aúlicos, y que obviamente requieren una "hegemonía comunicacional"? Este ultimo aspecto así lo explica la revista Semana:

Pero todo indica que el cierre del canal más antiguo de Venezuela no es un evento aislado, sino que corresponde al predominio mediático que el gobierno requiere para consolidar el hombre nuevo que nacerá de su revolución. Después de controlar la Presidencia, el tribunal Supremo y la Asamblea Nacional, Chávez ahora va por el cuarto poder. Como la mayoría de la gran prensa estaba del lado de la oposición, comenzó una escalada para dotarse de nuevos medios. La Agencia Bolivariana de Noticias reemplazó a Venpress. Modernizó el canal oficial Venezolana de Televisión (VTV) y creó nuevos: uno de la Asamblea Nacional, otro de la Alcaldía de Caracas, uno más de carácter cultural y educativo, bautizado Vive, y Telesur, el canal internacional para hacerle contrapeso a CNN. Toda una ofensiva mediática liderada por Aló Presidente y las permanentes alocuciones, con las que se calcula que permanece en promedio unos 90 minutos diarios en la pantalla. También estimuló con permisos, dinero, publicidad estatal y capacitación el surgimiento de radios, televisoras y prensa comunitaria o alternativa, que el director del posgrado de comunicación social de la Universidad Católica Andrés Bello, Marcelino Bisbal, califica como "medios parapúblicos o paraestatales". Las cifras son muy imprecisas, pero se habla de unas 3.000 radios comunitarias y unos 80 periódicos. Así mismo, desarrolló páginas web y blogs de corte oficialista, y 'neutralizó' o acercó varios medios privados. En suma, consiguió lo que el investigador califica como "una plataforma mediática sin precedentes", con unos "medios oficiales de pésima calidad que no dan espacio a la oposición".Además, con la reforma al Código Penal y una Ley de Responsabilidad Social en los medios (que los opositores llaman 'ley mordaza'), creó un corsé jurídico, pues aumentaron las penas para la injuria, la calumnia y la difamación. "La cautela se confunde con autocensura, que está instalada en el país desde hace dos años al menos. Hay medios televisivos que no resisten una revisión", dijo a SEMANA Elides Rojas, jefe de redacción del diario El Universal. "El Presidente no quiere debatir. Que los medios se dediquen al circo. Si se limitan a entretener, nadie se mete con ellos", asegura el investigador de medios Andrés Cañizales. "El gobierno cuestiona el sesgo en su contra, pero aplaude cuando le favorece", agrega.En el camino, los medios y los periodistas se han convertido también en blanco de la polarización política. "Las amenazas contra periodistas son constantes. Hay más de 800 denuncias de agresión física", asegura Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario El Nacional.El propósito de Chávez "no es un monopolio al estilo soviético o cubano, sino una hegemonía. Avasallar comunicacionalmente al país sin suprimir formalmente la libertad de expresión",asegura Teodoro Petkoff, líder opositor y director del diario Tal Cual (recientemente multado). "El argumento para cerrar 'Rctv' se cae cuando uno percibe que el otro gran canal de televisión, 'Venevisión', que tuvo un rol decisivo en el golpe porque su propietario, Gustavo Cisneros, era el eje de la conspiración, ve renovada su concesión". Y es que, aunque no está claro el momento preciso, lo cierto es que Venevisión suavizó su línea editorial e incluso minimizó las protestas por el cierre de Rctv, su rival histórico. Muchos dicen en Caracas que ello se debió a que Cisneros entendió que perdería su canal si no se plegaba a los designios de Chávez. Pero el caso del magnate es más bien excepcional, muchos de sus actores y presentadores se unieron a las protestas y manifestaron su solidaridad.

Tambien me preguntó porque Molano, que parece ser muy bueno para dudar de las intenciones reales de los gobernantes colombianos, si esta dispuesto a comerle cuento a Chavez tan fácilmente?

La respuesta esta en lo que llamo la "hemiplejía moral" de la izquierda y su hipocresía característica. El tener el "ojo izquierdo" cerrado. La incapacidad para condenar las malas acciones de gobiernos u organizaciones que profesan ideologías de izquierda.
Aclaro, existe un sector de la izquierda que no sufre (tanto) de estos males. Pero un gran sector de la izquierda colombiana y en todos los países alaban la libre expresión para sus ideas, no para las contrarias. Condena la violencia y la agresión realizadas por gobiernos u organizaciones con ideas opuestas pero no las de las guerrillas de izquierda. Denuncia la corrupción en gobiernos de derecha y de centro, pero calla o minimiza las de los gobiernos de izquierda. Crítica la concentración de poder económico en manos de grandes empresas y multinacionales pero no ve problema en la concentración de poder estatal. Se escandaliza por los privilegios a las empresas pero no dice nada de los privilegios a sindicatos y empleados estatales. Asume con escepticismo las palabras y actos de gobernantes con ideologías opuestas pero asume una ingenua credulidad con los gobernantes de izquierda.

Esa es la tragedia de la izquierda. Intentar vender una imagen de "progresistas", de superioridad moral, mientras su inconsistencia y deshonestidad es evidente en todo momento.

P.D: Acabo de leer en la última columna de Daniel Coronell que Piedad Cordoba tambien dijó que lo de RCTV no es un atentado contra la libertad de expresión. Era de esperar.